Nuestra bitácora

Un cajero bitcoin es siempre la mejor opción para transformar las ganancias que obtiene con cualquier activo virtual, como bitcoin, en dinero en efectivo. Indistintamente si utiliza su propia billetera o plataformas de negociación populares como Binance. También es una opción a considerar cuando se trata de recibir dinero de manera rápida y a un coste bajo.

Los activos virtuales (AAVV), como bitcoin, son un fenómeno que ya está presente en la realidad de personas y empresas. Sus características intrínsecas hacen posible que se puedan emplear como ahorro, medio de pago, transferencia o preservación de valor. El empresario no es ajeno a esto, sin embargo, muchas veces tiene reservas al momento de incorporarlo a su actividad económica. Una vez que ha analizado el tema le surgen nuevas preguntas. ¿Cómo y dónde se obtienen? ¿Cómo se registra esa operación en la contabilidad o el patrimonio? ¿Se trata de un activo fijo, efectivo o es un bien intangible?. Para responder estas preguntas analizamos el tema desde la regulación y las normas contables de uso general.

Jacob trabajó 7 años con la esperanza de recibir como esposa a Raquel, hija menor de Laván, pero obtuvo a Lea. Jacob había hecho un trato con su suegro, pero éste alegó con artimañas que las reglas de Jarán daban la prioridad en los casamientos a la hija mayor. Lea le dio hijos a Jacob, pero no era su amada Raquel. De modo que Jacob tuvo que trabajar 7 años más hasta que pudo tomar como esposa a Raquel, de quien se había enamorado hace 14. Raquel no le pudo dar hijos a Jacob. No hasta que Dios oyese su plegaria e hiciste posible que conciba a José, el hijo predilecto de Jacob.

Cada lunes Don José Ortega acudía a la sucursal del banco en el que tenía una cuenta y al que debía un dinero, que se había prestado y empleaba como capital de trabajo para producir harina de pescado. A su paso por el edificio saludaba a todo el personal que encontraba mientras se dirigía a la oficina de D. Antonio Rivera, el bancario, a quien solía estrechar la mano con firmeza y aprecio. Antonio no recibía comisiones por los productos financieros que adquiría José, tampoco obtenía ningún ingreso por escuchar sus preocupaciones. Sin embargo, gracias a esas charlas y anécdotas informales, era una de las personas mejor informadas sobre el negocio pesquero en el banco. No eran amigos, sin embargo, cada uno encargaba saludos a la familia del otro. Tampoco eran dos desconocidos que solo estaban allí para dar trámite a una transacción bancaria y adiós, muy buenas. Hoy esto no existe más, pues el banco eres tú.

Cuando uno se entera del tema Bitcoin, o criptomonedas en general, la primera pregunta que se hace es si puede ganar dinero con esta novedad, y la segunda cuál es el precio. Siendo válidas las inquietudes, el precio no es el aspecto más importante a considerar al momento de plantearse comprar Bitcoin con la expectativa de obtener algún tipo de beneficio.

Ethereum es la segunda red de cripto-divisas por capitalización de mercado, es decir el resultado de multiplicar el precio de cotización vigente con el número de unidades emitidas de Ether en circulación. Es también la plataforma preferida para el ecosistema DeFi, NFT y, por supuesto, para la base de todo lo anterior que son los tokens ERC20. Esta popularidad ha llegado a causar algunos problemas para las transacciones de sus usuarios, debido a que el precio de la comisión de red, denominado gas, se ha incrementado considerablemente llegado a superar los 70 dólares americanos, lo que lo hace poco atractivo para cualquier transacción que involucre una salida al mundo financiero real, como es el retiro de en efectivo. En este sentido, Bitcoin se presenta hoy como una solución para esta situación, que no parece ser pasajera.

Todos quienes ingresamos al mundo de Bitcóin tenemos claro que, muy aparte de la filosofía, valores o excelencia técnica; lo hemos hecho con el objetivo de obtener una rentabilidad, bien al utilizarlo como inversión o como ahorro. Con el transcurso de los años, el día a día de nuestras actividades en este mundo produce que interactuemos con diferentes plataformas, billeteras o carteras desde las cuales efectuamos un sinnúmero de operaciones. Compramos, vendemos, intercambiamos, guardamos, apostamos, liquidamos, etc. A menudo esta información está solo en nuestra frágil memoria, la cual, en condiciones normales, nos recuerda qué tan bien nos está yendo respecto a nuestro objetivo principal.